La rehabilitación de esta antigua villa se llevó a cabo con un enfoque respetuoso con el diseño original y de manera sostenible, utilizando materiales locales y técnicas tradicionales combinadas con otras más sofisticadas, siempre en armonía con el paisaje circundante.
Desde el primer momento, la casa cautiva por su diseño basado claramente en los conceptos Wabi-Sabi. La piedra local y el hormigón son los materiales predominantes, y se combinan con una cuidadosa selección de elementos y detalles de madera, creando un ambiente cálido y acogedor en todas las estancias.
La casa se desarrolla en tres plantas, cada una con su propia personalidad y propósito. Desde la planta baja, donde se encuentran las áreas de servicio, hasta la planta superior, donde se ubican los espacios más privados con vista a la impresionante panorámica del paisaje. Cada rincón de la casa está diseñado para ofrecer una experiencia especial y satisfactoria.
En el exterior, se buscó que la casa se integrara perfectamente con los jardines que la rodean, ofreciendo una variedad de espacios abiertos y privados para disfrutar de la naturaleza en todo momento. Los árboles frutales y las flores silvestres se combinan con el paisaje montañoso, creando una atmósfera mágica y relajante.
Con esta obra se buscaron valores arquitectónicos respetuosos con el medio ambiente, logrando combinar la belleza natural del entorno con la elegancia y el estilo.